En un giro político, Rodrigo Paz Pereira ganó las elecciones presidenciales de Bolivia. Lideró la contienda en la primera vuelta, y luego se impuso en la segunda vuelta impulsado por su propuesta de "capitalismo popular" y el respaldo del Partido Demócrata Cristiano (PDC).

La trayectoria de Paz está marcada por la historia política de su familia. Nacido en España durante el exilio de sus padres en la época de las dictaduras militares, vivió su infancia en diversos países. Marcado por el atentado que sufrió su padre, donde lo dieron por muerto, creció con la convicción de seguir sus pasos en la lucha por la democracia.

Fue concejal y alcalde de Tarija

Economista y experto en relaciones internacionales, Paz, de 57 años, inició su carrera política en 2002. Tras pasar por el congreso, fue concejal y alcalde de Tarija, donde alcanzó un 55% de aprobación. Ahora, como senador de la alianza Comunidad Ciudadana y candidato presidencial por el PDC, busca llegar al Palacio Quemado.

Su campaña se caracterizó por un estilo cercano a la gente, recorriendo mercados y ferias. Aunque inicialmente relegado de los debates presidenciales, Paz ganó terreno con su discurso anticorrupción y su promesa de evitar el endeudamiento con el FMI.

"Si no roban, alcanza", había declarado Paz, al criticar la gestión económica del gobierno actual. Su propuesta de gobierno incluye una redistribución del poder, reforma judicial y descentralización del Estado. Además, plantea el cierre de empresas públicas deficitarias.

Con un mensaje que apela a la redistribución de la riqueza y la oportunidad para todos los bolivianos, Paz propuso en campaña un "capitalismo popular" que impulse la economía formal a través de créditos accesibles, facilidades tributarias y la eliminación de barreras a las importaciones. "Bajar aranceles, bajar impuestos, harto crédito, platita para todos", prometió Paz.